miércoles, 14 de agosto de 2013

PERSECUSION EN FRIO

                                         







                                                 


Persecución en frio
En aras de la unidad que nos pidieron,  con toda la pertinencia y razones del mundo.  Que nos rogaron,  casi de rodillas  dos luchadores  por la independencia, la soberanía, la felicidad y la justicia de los hombre. Que además fueron visionarios de la política y del futuro, como  Simón Bolívar y Hugo Chávez Frías,  hemos callado ante muchos hechos y situaciones  que adversamos y no compartimos ni apoyamos. Lo seguiremos haciendo.  Somos unitarios por convicción y por formación casi fanáticos de la unidad. Hemos tratado en lo posible de no hacerle el juego al fascismo golpista y lacayo del imperialismo que dirige a la oposición venezolana. Al fin y al cabo, el destino de nuestra nación está por encima de diferencias grandes o pequeñas del pensamiento individual, opiniones o acciones  de personajes, en posiciones muy importantes,  pero coyunturales y puntuales, que se pueden allanar, mediante el debate y la discusión civilizada, entre quienes estamos hermanos por la ejemplar vida que nos dejo Hugo Chávez Frías. Lo grave es cuando se elude el dialogo y el debate de las ideas, utilizando los artilugios de la contrarrevolución, del atraso cultural, de la ignorancia y de la mentalidad religiosa que dominó a la sociedad durante el feudalismo. La que quemaba los libros condenaba a la hoguera o a la horca  a quienes se atrevían a pensar con su propia cabeza. A quienes se atrevían a disentir.   
No podemos hablar de persecución en contra de una doctrina, de una idea o una posición política. No hay ni un solo preso, ni siquiera de los infames mentirosos de  la oposición;  pero si existen fuerzas internas, con mentalidad judío cristiana que creen en los métodos de Juan Vicente Gómez para impedir la difusión del marxismo y de cualquier sector que internamente promueva la discusión y la auto critica del proceso revolucionario, porque también toca a personas que sin pregonar el marxismo, hacen críticas a funcionarios de gobierno o algunos planes y gestiones gubernamentales.  Tiene que ser una fracción con mucha fuerza y con el control se instituciones fundamentales puesto que el gobierno se ve obligado a hacerse la vista gorda y a dejarlos hacer a pesar de que da algunas señales muy débiles de no estar de acuerdo, ni con la censura, ni con la invisibilización que se le aplica a determinados compañeros. Según una anécdota sobre JVG este metía preso a quienes hablaban en contra del comunismo porque era propaganda comunista.    Hay discriminación y prejuicios contra los marxistas y contra los ateos. No nos importa eso, no vamos a dejar de ser revolucionarios, ni a dejar de apoyar el proceso iniciado por El comandante Hugo Chavez Frías y continuado por sus sucesores. Durante muchos años de lucha, de esfuerzos y de camaradas que sacrificaron hasta su vida por el socialismo, hemos aprendido a abrirle el cauce a los ríos crecidos y a nadar en sus corrientes de agua. Hacemos puentes donde haya que hacerlos y canales de navegación los convertimos en sistemas de riego. También manejamos los incendios de las sabanas cambiando la dirección del viento y abriendo cortafuegos. En fin no nos van a alejar de la revolución socialista por la que tanto hemos luchado. Discutiremos, hablaremos hasta que se nos seque la saliva; pero aquí estaremos, como siempre, hasta vencer o morir.
Las criticas de Alberto Nolia al Código Penal y al sistema Judicial, a pesar de ser divisionistas y a pesar de su estilo acido y agresivo, merecían otro tratamiento más considerado, dada la índole y las posiciones políticas del personaje. Lo mismo podemos decir de Mario Silva. Los casos los Robertos ( de ser cierta la noticia), y  de, Vladimir Acosta, merecen otras consideraciones, pues en el trato que se les ha dado influyen, a mi juicio las posiciones políticas, filosóficas e  ideológicas de los personajes y eso no es más que miedo a las ideas, miedo al pensamiento libre, miedo al hombre, miedo a la libertad, miedo a romper la cadenas y derribar los muros mentales  que nos mantienen presos. Ajenos a nosotros mismos, a nuestra idiosincrasia, a  la realidad que nos rodea, a la madre tierra, a lo infinito del tiempo y el espacio.
Seguiremos viviendo, Venceremos

Jose-Machete